Según Colin Banning, en un sistema de economía circular, se trabaja basados en 3 principios:
Diseñar sin desechos y contaminación es excluir los impactos negativos de la actividad económica que dañen la salud del consumidor y los ecosistemas. Incluyendo la emisión de gases de efecto invernadero y sustancias peligrosas; contaminación de la tierra y agua.
Mantener los productos y materiales en uso, es diseñar para la durabilidad, reutilización, remanufactura y reciclaje manteniendo los productos, componentes y materiales circulando en la economía y haciendo un uso eficiente de materiales biodegradables.
Regenerar sistemas naturales evitar el uso de recursos no renovables y preservar o mejorar los renovables, por ejemplo, restituir nutrientes a los suelos para apoyar la regeneración o el uso de energía renovable en lugar de depender de combustibles fósiles.
La economía circular se posiciona como una tendencia en sostenibilidad, por sus beneficios económicos al contribuir a la reducción de costos de materiales y su potencial de generación de nuevas fuentes de empleo y también por su efecto dominó alrededor de diferentes sectores productivos industriales y entre las PYMES incrementando la innovación y los emprendimientos sostenibles.
Para el ambiente trae beneficios en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, uno de los temas sobre los cuales muchas empresas han realizado compromisos importantes, especialmente hacia la descarbonización, como también en la reducción del consumo de materiales primarios y en la productividad de la tierra.
Y vos, ¿sos consciente de lo que comprás? ¿Realmente necesitás todo lo que adquirís?