La cerveza podrá parecerle una bebida simple a algunas personas, pero la realidad es que tiene muchísimos atributos que convierten su cata en un proceso detallado.
Catar una cerveza significa examinar sus aromas, sabores y hasta su calidad.
Se puede saber mucho de una cerveza por su apariencia, ya sea su color, transparencia, vivacidad y su espuma. Sus aromas también dicen mucho sobre ella, los cuales pueden ir desde el olor que tiene el pan tostado hasta otros más complejos como caramelo, especias o frutas. Por último, y evidentemente, el sabor puede contar mucho sobre la cerveza; donde se puede confirmar las sensaciones que dan sus aromas o encontrar sabores nuevos que pueden ser dulces, ácidos, amargos o una combinación que la convierte en una bebida mucho más compleja.
La cata es un proceso de técnica, por lo que te aconsejamos que:
- Utilicés un vaso alto, limpio y seco.
- Llenés solo un tercio del vaso y servilo en un ángulo de 45º.
- Contemplés es el cuerpo, el color y la espuma de la cerveza.
- Agités un poco el vaso para generar espuma.
- Percibás sus aromas acercándola a tu nariz.
- Tomés un trago y distribuí la cerveza por toda la boca con tu lengua para apreciar todos sus sabores.
- Exhalés por la nariz después de tragar para terminar de disfrutar su sabor.
Poner atención a todos estos detalles puede revolucionar tu experiencia al beberte una refrescante cerveza.