Hacer ejercicio puede salvarnos la vida.
Vacunarse es una acción fundamental para la protección de nuestros cuerpos contra virus que puedan atacarlo. Sin embargo, estas no se encargan de inmunizarnos, por lo que la responsabilidad de cuidarnos contra estas enfermedades también recae en nosotros mismos.
En tiempos de pandemia, la actividad física es un componente muy importante para fortalecer nuestro sistema inmunológico contra padecimientos como el COVID-19.
De hecho, realizar actividad física de manera regular disminuye en un 31% las probabilidades de contraer enfermedades infecciosas y un 37% el riesgo de mortalidad por dichas infecciones.
Me siento resfriado, ¿puedo ejercitarme?
Esto dependerá de los síntomas. Si solo se cuenta con secreción y congestión nasal o un dolor de garganta leve, se puede hacer un entrenamiento ligero en casa; pero los síntomas son más fuertes, es mejor esperar a sentirte mejor para retomar tu actividad física.
¿Debería ejercitarme si tengo COVID-19?
Lo recomendable es quedarse en casa y tomar la mayor cantidad de reposo para darle tiempo al cuerpo de recuperarse. Es mejor evitar realizar actividades físicas de intensidad moderada o mayor y practicar deportes para poder descansar.
Tuve COVID-19 y quiero retomar el ejercicio
Eso es genial. Algunas recomendaciones para volver a llevar una vida activa después de estar contagiado de COVID-19 son:
- Realizar una evaluación física.
- Iniciar con ejercicios de baja intensidad e ir aumentando progresivamente hasta intensidad moderada.
- Monitorear constantemente los signos y síntomas.
- Si se presenta algún síntoma cardíaco, es mejor suspender el ejercicio por 6 meses.
¡No es tiempo de bajar la guardia, sigamos cuidándonos del COVID-19!